martes, 15 de septiembre de 2015

"La profesionalización del fútbol femenino debería ser obligatoria"



MARCA ANALIZA LA SITUACIÓN DE LAS FÉMINAS CON UN ABOGADO ESPECIALISTA EN DERECHO DEPORTIVO

"La profesionalización del fútbol femenino debería ser obligatoria"

fuente;  http://www.marca.com/


DAVID MENAYO15/09/15 - 12:38.
Luis Alfonso Rox, abogado especialista en derecho deportivo.
Luis Alfonso Rox, abogado especialista en derecho deportivo.
La palabra más repetida en el mundo del fútbol femenino en las últimas fechas es la de profesionalización, algo que algunos consideran incluirse en el organigrama del club, dotar de unas condiciones óptimas a sus futbolistas o incluso pasar de viajar en autobús a hacerlo en avión. MARCA se ha puesto en contacto con Luis Alfonso Rox, director de Aragon Sport Legal, para analizar la actual situación.
¿Sería necesaria una Liga de Fútbol Profesional (LFP) que dirija el fútbol femenino, valdría con la actual o no haría falta un órgano rector de este tipo?
El artículo 23 del Real Decreto 1835/1991 establece en su artículo 23 que “las Ligas Profesionales son Asociaciones integradas exclusiva y obligatoriamente por los clubes deportivos que participen en las competiciones oficiales de carácter profesional y ámbito estatal (…) tienen personalidad jurídica propia y gozan de autonomía para su organización interna y funcionamiento respecto de la Federación deportiva española de la que formen parte”.
Los clubes deportivos son asociaciones de “primer nivel” y son definidos como Asociaciones privadas integradas por personas físicas o jurídicas que tienen por objeto la promoción de una o varias modalidades deportivas, la práctica de las mismas por sus asociados así como la participación en actividades y competiciones deportivas.
En los artículo 26 y siguientes del Real Decreto 1835/1991 se regula todo lo relativo a la creación de una Liga Profesional (contenido mínimo de los Estatutos, aprobación de los mismos por el Consejo Superior de Deportes previo informe de la Federación Deportiva correspondiente….etc).
En consecuencia, para que existiera una Liga Profesional de fútbol femenina, debería crearse 'ex novo' por los clubes deportivos participantes en las competiciones oficiales una Asociación en los términos y con los requisitos exigidos legalmente en el citado Real Decreto 1835/1991.
¿Qué papel ocupa la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en este cambio hacia la profesionalización cuando actualmente es el organismo que tiene todos los derechos del fútbol femenino?
Desde mi punto de vista el papel que ocupa la RFEF es fundamental. Actualmente, el Comité Nacional de Fútbol Femenino de la RFEF tiene la competencia de promover, organizar y dirigir, en el seno de la RFEF y con subordinación a ésta, aquella actividad deportiva practicada por mujeres. Por lo tanto, el apoyo tanto económico como institucional de la RFEF sería importantísimo y fundamental hacia la profesionalización del fútbol femenino.
En este punto hemos de reseñar que han sido muchas las críticas hacia la RFEF. Don Vicente Temprado, Presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, llegó a afirmar que "la profesionalización del fútbol femenino depende de los clubes, no de la Federación; la profesionalidad se adquiere con un contrato, se la tienen que dar los clubes, no la Federación". Incluso el responsable de la Federación llegó a afirmar en 2014 que el fútbol femenino "no está a la altura para hacerlo profesional".
Evidentemente, no compartimos ni estamos conformes con las citadas consideraciones; creo que es el momento de quitarse la venda de una vez, y ponerse manos a la obra en la profesionalización del fútbol femenino.
¿Qué cambios deben realizar los clubes para que sus jugadoras sean profesionales?
En este punto, para evitar confusiones, con carácter previo es importante distinguir entre la existencia de una Liga de Fútbol Profesional Femenina y la figura del deportista y/o futbolista profesional; la profesionalización se alcanza, como en cualquier otro deporte, cuando la práctica deportiva que se desempeña, en este caso el fútbol femenino, se convierte en el trabajo principal y sustento de la mujer deportista. Actualmente, como la Liga de fútbol femenino no está considerada como profesional, los clubes no tienen la obligación de contratarlas como tales y, en consecuencia, no tienen obligación de incluirlas en el Régimen laboral especial de deportista profesional ni, en consecuencia, darles de alta en el citado régimen con la consiguiente obligación de cotización a la Seguridad Social con todos los derechos inherentes.
Si existiese una Liga de Fútbol Femenina profesional, los Clubes tendrían necesariamente que contratar a las jugadoras como tales profesionales, formalizando los contratos oportunos al efecto, debiendo dar de alta a las mismas en el Régimen laboral especial de deportista profesional como se ha expuesto, pasando a estar sometida a la normativa específica del Real Decreto 1006/1985 y supletoriamente al Estatuto de los Trabajadores. Ese es el principal cambio y consecuencia de la profesionalización de las jugadoras de fútbol.
En la actualidad, la jurisprudencia viene entendiendo que si se percibe por la práctica deportiva una cantidad económica - con independencia de su importe - que supera los gastos soportados por la deportista, nos encontramos ante una retribución/salario y, en consecuencia, debe darse de alta en el régimen especial de deportista profesional. Si las cantidades económicas percibidas se limitan a compensar los gastos derivados de la práctica deportiva, no nos encontramos ante una deportista profesional sino ante una deportista aficionada sometida a la normativa legal general y sin obligación de darse de alta en el régimen laboral especial de deportista profesional.
¿Cuánto deberían incrementar su presupuesto los clubes para que se pueda llevar a efecto?
Resulta evidente que la profesionalización, con todo lo que conlleva, obligaría a que los clubes incrementaran sus presupuestos. ¿En qué cuantía? Lo desconozco actualmente; dependerá de cada Club y de sus objetivos. Actualmente, salvo error u omisión por mi parte, los equipos más poderosos manejan presupuestos que oscilan entre los 500.000 euros y el millón de euros. En este grupo se encuentran el Barcelona, el Athletic Club, la Real Sociedad y el Levante.
El incremento de presupuestos necesariamente tendría que ir ligado a las ayudas y apoyo económico que se destine al fútbol femenino por parte de las instituciones. Actualmente la diferencia entre el apoyo institucional al fútbol masculino y al fútbol femenino es abismal. Según los datos con los que cuento, un millón doscientos mil euros es la dotación que la RFEF destina al desarrollo del fútbol femenino y ello a pesar de que la RFEF cuenta con un presupuesto total de 126 millones (según los datos ofrecidos por la propia UEFA en su informe anual correspondiente a la temporada 2014/2015). Y la mayor parte del citado dinero se invierte en la Selección Española Femenina. De ahí la importancia del apoyo económico de las instituciones hacia los clubes del que hemos hablado antes.
No podemos olvidar tampoco que la RFEF y la UEFA tratan de forma muy desigual al fútbol femenino a la hora de premiar económicamente los éxitos de los clubes en comparación con los torneos masculinos. La RFEF estipula los siguientes premios para los clubes femeninos; el campeón de Liga recibe 1.352,28 euros y el subcampeón 901,50 euros. Estos datos también afectan al ámbito UEFA; los equipos que disputan la Champions de hombres perciben las siguientes cantidades: en la fase de grupos, un fijo de 12 millones más 1,5 millones por victoria y 500.000 euros por empate, 5,5 millones por llegar a octavos, 6 millones en cuartos, 7 millones en semifinales y 15 millones por proclamarse campeón de la competición. A los clubes de la Champions femenina les pagan 23.000 euros a cada uno, viajes incluidos y en caso de llegar a la final y ganarla la UEFA les pagaría 250.000 euros.
Si queremos que los estadios se llenen, que exista un seguimiento mediático tanto a nivel local como internacional, capacidad para atraer jugadoras de primer nivel y evitar la fuga de las jugadoras talentosas de nuestro país (como ha ocurrido este año), las ayudas económicas a los clubes por parte de las instituciones deben necesariamente incrementarse en gran medida. Ello no obstante, en una situación de crisis que afecta a la mayoría de los países europeos, la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos constituye una obligación ineludible en la que debemos trabajar, debiendo apostar y contar con el apoyo de la iniciativa empresarial privada.
¿Qué papel juega la Ley de Transparencia en este asunto?
La Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno establece, en esencia, que aquellas entidades que por su especial relevancia pública, por ejercer potestades administrativas o por percibir subvenciones del Estado, deben publicar tanto la información institucional, organizativa, de planificación como la información económica, presupuestaria y estadística con el fin de reforzar las transparencia de su actividad.
Esta ley tiene un triple objetivo:
1º) Garantizar el derecho de los ciudadanos a acceder a la información.
2º) Obligar a las distintas administraciones a ser transparentes.
3º) Fiscalizar la actividad pública, es decir, establecer las obligaciones de buen gobierno que deben cumplir los responsables públicos así como las consecuencias jurídicas derivadas de su incumplimiento.
La citada norma resulta de obligada aplicación a las Entidades deportivas que se integren dentro de su ámbito de aplicación. En el último Informe publicado suspenden la mayoría de los clubes tanto de primera como de segunda división al no cumplir con los requisitos exigidos en la citada norma. Con la aplicación de la citada Ley, por un lado se pretende evaluar el nivel de transparencia de los equipos así como propiciar un aumento de la información entre los clubes y sus aficionados
¿De qué manera afectaría la profesionalización a las jugadoras?
Tal y como hemos señalado con anterioridad, los pros de la profesionalización para las jugadoras son evidentes: se les tendría necesariamente que dar de alta en la Seguridad Social en el Régimen laboral especial de deportista profesional con la consiguiente obligación de cotización y consiguiente aplicación del Real Decreto 1006/1985 y supletoriamente el Estatuto de los Trabajadores. Actualmente la mayoría de las jugadoras, a pesar de ejercer con habitualidad una actividad deportiva bajo la organización y dependencia de un club deportivo y percibir cantidades económicas que van más allá de la compensación de gastos, no tienen contratos profesionales ni son dadas de alta en la Seguridad Social ni, en consecuencia, se cotiza por ellas. En ese caso, si una futbolista por ejemplo sufre una lesión que le incapacita para jugar a fútbol, o se queda embarazada, el club no se hace cargo de ello. O por ejemplo si le adeudan las cantidades económicas pactadas, la jugadora primero se vería obligada a acudir a los Tribunales a los efectos de que se le reconociera la existencia de relación laboral con el citado club y reclamar al mismo las citadas cantidades ante la jurisdicción social y, en caso de insolvencia del club, poder cobrar del Fogasa. Además se podría tener y negociar un Convenio Colectivo, así como contar con los derechos necesarios para conciliar su vida personal, familiar y laboral con su pasión y trabajo de futbolista.
En definitiva, la profesionalización de las jugadores conllevaría la regularización de la actual situación, evitando la desigualdad que, desde mi punto de vista, sufren muchas mujeres por el mero hecho de ser mujer al ejercer en la práctica una verdadera actividad deportiva “profesional” como los hombres y, sin embargo, no contar con los mismos derechos que ellos.
¿Todas las jugadoras deberían ser profesionales –legalmente- o podrían estar en otro tipo de situación dentro del club?
De crearse y existir una Liga de Fútbol profesional femenina, las jugadoras deberían ser todas ellas profesionales con las consiguientes obligaciones y derechos que ello conlleva tanto para el club como para la jugadora.
¿Sería necesaria una Asociación de Futbolistas Españolas (AFE), valdría con la actual o no haría falta un órgano rector de este tipo?
Desde mi punto de vista, sin duda que sería necesaria la existencia de una Asociación de Futbolistas Españolas que como la actual AFE vele y defienda los derechos e intereses de las futbolistas profesionales tanto laborales, económicos, formativos como sociales.
La actual AFE está creada para representar y defender exclusivamente los derechos e intereses de los futbolistas profesionales masculinos. Por lo tanto habría que crear una Asociación similar a la AFE actual o, en su caso, modificar los Estatutos de la misma para que tuvieran cabida las futbolistas profesionales.
Actualmente existe en España una Asociación de Jugadoras de Fútbol (AEJF) nacida y creada con la citada vocación que cuenta con el apoyo de la AFE a tales efectos.
En su opinión de profesional del derecho, ¿cree que la profesionalización del fútbol femenino es necesaria, recomendable u obligatoria?
Desde mi punto de vista no solo es necesaria sino que debería ser obligatoria. No podemos permitir ni amparar la desigualdad que existe en España entre hombres y mujeres en relación a la práctica del fútbol. En España hay cerca de 40.000 mujeres con licencias federativas. El nivel del fútbol español femenino (y a los resultados me remito) es muy alto, contando con jugadoras de mucho talento que se encuentran entre las mejores de Europa e incluso del mundo. Es el momento de terminar con la citada desigualdad, es el momento de regularizar la situación de muchas mujeres futbolistas que en la práctica se dedican “profesionalmente” al deporte del fútbol y dotarles de los derechos que se merecen. Debemos conseguir que todas las niñas y mujeres que se dediquen al fútbol puedan soñar con un futuro profesional dentro de su deporte favorito en iguales condiciones que los futbolistas masculinos. El futuro del fútbol femenino español pasa por su profesionalización.
La profesionalización resulta necesaria para llenar los estadios y conseguir el seguimiento mediático que el fútbol femenino español se merece; de otra forma, sólo vamos a conseguir lo que está pasando en la actualidad, que las mejores jugadoras de nuestro país se vean obligadas a marcharse al extranjero a los efectos de poder desarrollar su carrera profesional, no contando los clubes con el apoyo económico necesario que permitiera no sólo retener a los talentos nacionales sino atraer a jugadoras de primer nivel europeo y mundial.

fuente ,http://www.marca.com/

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