viernes, 26 de mayo de 2017

Fundé el club porque mi hija no podía jugar en el Real Madrid

foto: Dani Sánchez. Diario AS

Por Isabel Roldán

En 2010 Paola embarcó a su padre, Alfredo Ulloa, empresario óptico, socio del Real Madrid y portero del club en su juventud, en la aventura de crear el Madrid Club de Fútbol Femenino. Ahora el primer equipo lucha por el ascenso a la Liga Iberdrola

Tras dos intentos de ascenso, ¿a la tercera será la vencida para el Madrid CFF?
Por lo menos hemos puesto los mimbres para ello.
Tiene un equipo plagado de jugadoras que venían de Primera, con un técnico con experiencia en Primera. ¿Es una garantía para afrontar el reto?
Los años anteriores intentamos subir con el equipo del club, pero las jugadoras son muy jóvenes y al llegar al playoff todo se complicaba. Con una plantilla con más experiencia hemos pasado de jugarnos el ascenso de un 50 a un 80 por ciento de posibilidades.
¿Cómo se llega a estar en puertas de Primera?
Más que un esfuerzo económico ha sido de convicción, con jugadoras que vinieron al club porque les gustó el proyecto.
Su club podría ser el tercer equipo de Madrid de la Liga Iberdrola y no el Real Madrid como todos esperaban…
Llevamos tiempo luchando por esto. Al principio el objetivo era ser un club de cantera competitivo para dar cobijo a las jugadoras en categorías inferiores. Nunca quisimos hacer un equipo en la élite. Pero al final las niñas eran tan buenas que sentimos la necesidad de hacer un equipo senior. Porque al final la visibilidad te la da estar en Primera División.
Como padre madridista, que jugó de portero en los juveniles del Real Madrid, ¿funda el Madrid CFF para que su hija no jugara en el Atlético de Madrid?
Cuando mi hija empezó a jugar, lo primero que pensé fue: ‘Pues que juegue en el Real Madrid’. Luego te preguntas: ‘¿Cómo el Real Madrid no tiene equipo femenino?’. La única opción que tenía para jugar en Madrid en un equipo con nivel era en el Atlético de Madrid. Fundé el club porque mi hija no podría jugar en el Real Madrid. El Madrid CFF surgió para ocupar, con un proyecto digno, el hueco que dejaba el Real Madrid.
¿Qué le parece que el Real Madrid no tenga Femenino?
Eso depende de su directiva, de su estrategia... Pero como socio me parece muy mal. Ahora pienso que cuando el Real Madrid haga un equipo a lo mejor nosotros dejamos de cumplir nuestro papel. Por un lado sé que debe tenerlo, pero por otro pienso: ‘¿Entonces qué haremos nosotros?’.
No hay más que ponerle el Real por delante y se arregla. Ya juegan de blanco... ¿Se ha interesado el Real Madrid?
No, no se ha interesado. Al principio lo hice con esa idea y lo de jugar de blanco era un guiño. Ahora, con todo lo que hemos peleado, me cuesta decir: ‘Toma y llévatelo’.
¿Ha tenido que poner dinero de su bolsillo?
Al final todo cuesta. Pero vas poco a poco. Vas tirando con las subvenciones de la Comunidad de Madrid, del ayuntamiento, con aportaciones de tu empresa y con las cuotas.
La Liga Iberdrola es un salto. ¿Está preparado?
No lo sé. Es un salto casi al vacío, pero me gustan los retos. No todos los equipos son Barcelona, Atlético… También hay más modestos que están compitiendo. La Liga Iberdrola exige, pero también ayuda.

El Madrid CFF, el club de barrio que aspira a ser un ‘grande’

En los campos de fútbol del polideportivo Luis Aragonés de Madrid por las tardes hay un bullicio especial. Niñas se mezclan con futbolistas consagradas forjadas en clubes de Primera División como Rayo Vallecano, Atlético de Madrid, Levante... Es el Madrid CFF, que surgió en 2010. Siete años después aglutina 10 equipos con 200 futbolistas y el senior lucha por el ascenso a la Liga Iberdrola. Tras ganar los primeros partidos del playoff, ante el SPA Alicante y el Seagull, la ilusión sigue creciendo.
El primer equipo está dirigido por Jesús Núñez, entrenador del Atlético de Madrid Femenino entre 2012 y 2014: “No sé si subiremos o no, pero este equipo está hecho para competir en Primera División. El grupo es muy dispar, con jugadoras que vienen de muy buenos equipos y que han congeniado muy bien con la cantera”.
“Vine porque era un proyecto ilusionante, con jugadoras que habíamos estado muchos años en Primera”, explica Saray, ex del Rayo. Otra exrayista, Patri Mascaró, asume el reto colectivo: “Todas hemos venido a este club para ascenderlo”. Leti Méndez, ex de Atlético y Levante elogia el trato: “Desde el primer día nos han tratado como profesionales”. “Cuando tomé la decisión, todo el mundo me decía que estaba loca, que tenía nivel para jugar en Primera, pero no me arrepiento porque estoy viviendo algo muy bonito”, confiesa Marta Costa. Entre las caras conocidas surge la de Jade Boho, que tras jugar en Inglaterra, en el Bristol, eligió el Madrid CFF para volver a España. Un equipo de primera para un reto de primera.

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