La Selección trabajó por espacio de ochenta minutos en los campos de entrenamiento cercanos al Estadio World of Wonders. Últimos detalles en forma de estrategia antes del segundo partido del Europeo, mañana desde las 21.30 horas. Dinamismo, miradas, ánimos, las chicas confían en doblegar a Inglaterra y alcanzar las tan deseadas semifinales.
No existe relajación, sí nervio y tensión. La Selección cerró la jornada del miércoles con un entrenamiento de mayor intensidad respecto al martes. Trabajó todo el equipo junto, y sólo se dividieron hasta en tres grupos para realizar rondos y ejercicios diversos de balón al inicio de la sesión. Ésta, como es habitual, contó con un comienzo físico comandado por el preparador físico del equipo, Javier Velázquez, y actividad específica de las guardametas con Manuel Amieiro, Técnico de Porteros RFEF. El pequeño partido dispuesto a tres cuartos de campo mostró todo tipo de situaciones reales del juego, tales como penaltis, faltas laterales o saques de esquina. Dos equipos y un comodín que imprimieron ritmo de competición a un colectivo con la ilusión de enfrentarse a Inglaterra y mostrar el potencial existente del grupo.
La segunda parte de la sesión estuvo dedicada a la parte estratégica, donde todo el equipo participó en el ensayo de faltas laterales a mayor y menor distancia, saques de esquina, golpes francos directos e indirectos y lanzamientos de penalti. El Seleccionador Nacional, Ángel Vilda, así como su ayudante, Jorge Vilda, participaron de forma activa en las actividades, transmitiendo la mayor confianza a las dieciocho convocadas, que dieron todo en cada lance. Las horas transcurren, el tiempo pasa, y cada día trae consigo un punto más de nerviosismo entremezclado con inmejorables sensaciones. El gen de competición, lo tiene todas; la identidad especial, también. Quieren tres nuevos puntos y lucharán por ellos.
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