Fue bonito mientras duró. La ilusión suscitada por la selección femenina de fútbol fue posiblemente mayor que sus propias posibilidades futboleras. Seducidos por su primera presencia en un Mundial, sus buenas maneras con el balón en los pies y la fama que precedía a alguna de las jugadoras, como Vero Boquete, campeona de Europa, Sonia Bermúdez, Jennifer Hermoso, Natalia Pablos, Vicky Losada... fuimos muchos los que nos subimos esperanzados al carro sin darnos cuenta que realmente las chicas llegaban a la gran cita en un globo aerostático deficiente y con una base poco sólida.
Después de las múltiples denuncias de las jugadoras y su repudia unánime sobre el seleccionador, su forma de dirigirse a ellas y sus métodos de trabajo, lo normal es que Quereda ponga punto final a sus 27 años como técnico, salvo que Villar le salve una vez más la cabeza.
Pero con el cambio de técnico, si llega, no se solucionarán ni un diez por ciento de los problemas que el fútbol femenino lleva sobre sus espaldas desde hace muchos años. Es un mal endémico. En la Federación, nadie creyó nunca en el fútbol femenino.
Ni a nivel de selecciones ni a nivel de clubes y de competiciones domésticas. Por eso siempre tuvo tan poco respaldo interno y hasta rechazaron posibles patrocinios presentados por empresas colaboradoras, como se está comenzando a conocer ahora con una demanda interpuesta y admitida a trámite por parte de un Juzgado contra la propia RFEF por no responder esas ofertas que llegaban hasta a los seis millones de euros.
Era y es sustancialmente una cuestión de dinero. El dueño de la caja, el incombustible Juan Padrón, siempre presidente en la sombra y ahora presidente de facto, nunca apoyó la causa y no invierte en las féminas ni el dinero que desde la FIFA y la UEFA llega directamente para su proyección y promoción directa.
Prueba irrefutable del poco interés en la materia que tienen en esa casa, es que el medallista de oro de vueltas al mundo en viajes maratonianos entre continentes, Ángel Villar, más pendiente de su situación personal con el asunto de la FIFA y cauteloso de viajar a Canadá, muy cerca del territorio FBI, ni siquiera viajó al Mundial para estar al lado de su equipo.
Y podría haber ido perfectamente al estreno contra Costa Rica y al último contra Corea, porque bien es verdad que el segundo contra Brasil coincidía con el de la selección absoluta en Borosov. Además nunca se ha perdido una gran competición ni siquiera cuando no estaba España
Si las chicas siguen tirando de la manta... más que divertirnos nos vamos a abochornar.
Fuente: http://www.marca.com/blogs/cortita-y-al-pie/2015/06/24/futbol-femenino-la-cruda-realidad.html
Es verdad que la cantidad de basura de la que nos enteremos sea enorme. Pero, ¿por qué hemos llegado hasta aquí? ¿No había manera de evitar est antes? Queremos un Fútbol Femenino fuerte, igualitario y de calidad. Las jugadoras, y todos/as quienes amamos de verdad este deporte, de arreglar los desaguisados, la dejación y la desidia a la que está sometido.
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