Creo que en general debemos estar de acuerdo en que para un deportista uno de los momentos más importantes de su carrera, es el poder defender los colores de su selección. Normalmente, cuando utilizamos esta expresión, tenemos claro que además de colores, nos referimos a escudo. Así que podemos imaginar lo que tuvo que ser para la selección española de fútbol femenino, estar en Italia, en Turín, en el mítico Estadio Comunale, defendiendo por primera vez en la historia los colores patrios, pero sin poder llevar en su pecho el escudo español, puesto que la Federación no se lo permitió. Hablamos de 1971, evidentemente era otra época, y por fortuna las cosas han cambiado, aunque por supuesto, mucho han de avanzar todavía. Pero veamos, cuál ha sido la historia de poco más de 40 años de la Selección Española de Fútbol Femenino.
El fútbol femenino en España tuvo que nacer al amparo de la clandestinidad. Corría el año 1970 cuando varios clubes, decidieron dar un paso al frente y demostrar a españolitos y españolitas que ellas, bueno, nosotras, que aunque no sea jugadora, sí mujer amante del balompié, también podíamos ser futbolistas.
No obstante, la primera referencia de la que he podido tener constancia acerca del fútbol femenino en España, la encontramos en el “Mundo Deportivo” y es nada más y nada menos que de 1914, concretamente del 31 de Mayo. Bajo el titular “Las niñas futbolistas”, este periódico catalán hacía la crónica, que voy a reproducir literalmente, porque no tiene desperdicio: “Anteayer, en el campo del `Español´, jugóse el primer partido de fútbol entre representantes del sexo débil, que en dicho día se parangonaron con el fuerte. Este partido, cuyos beneficios se destinaban a favor de la Federación Femenina contra la Tuberculosis, era, por su naturaleza, esperado con cierta expectación, siendo presenciado por un público regular y por el capitán general de la región, que acudió con su bella hija Carmen”.
No voy a hacer ningún comentario al respecto, entendiendo que es prosa de otra época, pero lo que sí es obvio es que este partido no deja de ser una anécdota. Los primeros clubes que realmente se constituyeron fueron el Mercacredit y el Olímpico de Villaverde, aunque naciera como Sizam. Ambos clubes compartían presidente, Rafael Muga, al que podemos considerar, el gran impulsor del fútbol femenino en España.
El primer enfrentamiento deportivo real fue en el Barrio de Villaverde en Madrid. En su día comenté que el primer encuentro de fútbol femenino de la historia, en Inglaterra, con las British Ladies Football Club, lo habían presenciado 10.000 personas, pues tengo que decir que aquí en nuestro país no nos quedamos cortos, porque fueron 8000, las que abarrotaron el estadio, quedándose gente incluso, fuera.
La Selección comenzó su andadura un año más tarde, en 1971, acabándose de cumplir 42 años de este hito histórico, ya que fue el 21 de febrero. Se enfrentó a Portugal y el encuentro se disputó en tierras murcianas, en el Estadio de la Condomina. La selección debutó empatando a 3 goles. Su primer encuentro fuera de nuestras fronteras, como he dicho antes, lo disputó ante Italia, mucho más experta, lo que la llevó a sufrir una dura derrota por 8 tantos a 1, vistiendo los colores de selección, pero, sin el escudo nacional.
Desde aquí hasta el nacimiento “oficial” de la Selección, tuvieron que pasar 12 años. En 1983, al fin y por fin, no sin haber tenido que librar grandes batallas, la Real Federación Española de Fútbol, se hace cargo de la femenina, disputando su primer partido oficial, curiosidades de la vida, también frente a Portugal, y también en febrero, el día 5. El resultado fue de derrota por la mínima, un 1 a 0. Lo cierto es que poco se podía esperar de una selección que casi era ornamental y que había nacido por la presión cada vez mayor de los movimientos en pro de la igualdad de la mujer, ya que no existía liga de fútbol, de hecho no existió hasta 1988.
Esta situación, es la que explica que aunque las competiciones europeas oficiales comenzaran en 1987, España no accediera a la fase final de un Europeo, hasta diez años después, en 1997. Por cierto, la única vez que lo ha disputado y haciendo un papel extraordinario puesto que consiguió su mayor logro en la absoluta, que fue quedar como terceras, siendo eliminadas por las italianas en las semifinales.
Por cierto, la Selección, el pasado mes de octubre conseguía por segunda vez acceder a una fase final de un Europeo y esperamos con gran expectación ver qué son capaces de hacer nuestras titanas en Suecia, aunque hemos de tener en cuenta que el grupo en el que ha quedado encuadrada es muy duro, y mucho más experimentado.
En lo que se refiere a la participación de La Roja Femenina en los Mundiales de Fútbol, hasta ahora, en los 6 que se han disputado no ha conseguido clasificarse y en el próximo, el de Canadá de 2015, tampoco estará. Actualmente la Selección ocupa el puesto 18 del mundo, según el ranking FIFA del 2012, habiendo ocupado su mejor posición, el 16, en junio de ese mismo año.
La selección está dirigida por Ignacio Quereda desde 1988, llevando nada más y nada menos que 25 años en el cargo, ahí es nada. En la actualidad, cuenta con la probablemente más mediática de las futbolistas españolas, Vero Boquete, que milita en el Tyressö sueco, actual campeón de su país, siendo la jugadora que conseguía ante Escocia in extremis, el tanto que daba el pase a las españolas para el Europeo de Suecia de este verano, marcando un gol en el descuento, y habiendo fallado un penalti, apenas un par de minutos antes.
No obstante, no quiero que nos quedemos con un mal sabor de boca, ni que creamos que la salud del fútbol femenino en España no es buena, ni mucho menos. Si bien los logros de la selección absoluta, aún no son muchos, con las selecciones inferiores, la afición de este país hemos tenido grandes alegrías. De esta manera, las rojitas de la Sub 19, conseguían ser campeonas de Europa en 2004 y subcampeonas en 2000 y 2012. De la misma manera, la Selección Femenina Sub 17, también cuenta con un palmarés espectacular. En 2010 fueron terceras en la Copa del Mundo Femenina, habiendo sido campeonas de Europa ese mismo año y el siguiente y subcampeonas en 2009.
Este impresionante currículo nos demuestra que hay una generación de futbolistas que puede dar mucho al fútbol femenino español y que por supuesto, esta joven liga que apenas cuenta con 25 años de edad, pese a sus altos y bajos y a las muchas mejoras que necesita, empieza a dar sus frutos, generando jugadoras de muy alto nivel que a buen seguro llevarán este deporte a altas cotas en un futuro cercano.