Septiembre huele a gol. Así lo dejó claro la pasada jornada de liga en los ocho campos donde empezó a rodar el esférico. Los siete goles del Atlético de Madrid ante un joven Sevilla, la manita del Barcelona a las mallorquinas del Collerense y el 4-1 del Levante frente al recién ascendido Granada, dejan una importante suma de goles en el primer encuentro. ¿Y qué mejor que una liga empapada de goles?
Porque el fútbol es pasión, el fútbol es competición, el fútbol es ilusión, el fútbol es gol. El gol es el mayor orgasmo de un jugador, la dosis del drogadicto, un vinilo de Stevie Wonder en un garito de jazz a medianoche, la voz de Diana Krall al subir un semitono o la última estrofa de un poema de Benedetti. El gol es vida, recompensa el sudor. Un gol significa victoria. ¿Cuántas batallas se habrán ganado con él?
Nuestras jugadoras han empezado a estrenar sus cartuchos que llevan recargando durante todo el verano y la pólvora está lista para estallar. Cuando el pistolero empieza a disparar siempre hay un objetivo al que apuntar. La otra cara de este saco de goles es quien los tiene que sufrir.
Lo que esperamos de la próxima jornada es que el Don del gol sea más equitativo entre todos los equipos, nos haga disfrutar de un partido más emocionante hasta el pitido final y no haya tanta diferencia entre unos rivales y otros. Porque el fútbol es gol, sí; pero por encima de todo, el fútbol es espectáculo.
* María Miret es jugadora del Sant Gabriel FUENTE, http://www.marca.com
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