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Cuatro años después de que Andrés Iniesta anotase el gol más importante en la historia del fútbol español —el que permitió a la Roja conquistar su primera Copa Mundial de la FIFA™—, Las Rojitas están a un paso de batir su propia marca en Costa Rica 2014. Hasta ahora, la mejor clasificación de las ibéricas en un torneo de fútbol femenino de la FIFA es el tercer puesto obtenido en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Trinidad y Tobago 2010. En la presente edición, Italia, su rival en semifinales, es el único obstáculo que se interpone entre la generación de 2014 y su cita con la historia.
El juego de combinación de España ha sido el sello de su inapelable pase a semifinales en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA en Costa Rica. Y nadie ha sabido personificarlo mejor en el campo que la menuda pareja atacante formada por Nahikari García y Laura Domínguez en la contundente victoria sobre Nigeria en cuartos de final, un triunfo que deja a Las Rojitas en el umbral de la gloria.
Nahikari lleva varios años siendo una jugadora destacada del combinado español, mientras que Domínguez acaba de hacerse con un hueco en el once titular, pero está demostrando su valía con soberbias actuaciones en Costa Rica. De hecho, Domínguez parece entenderse casi telepáticamente con su compañera en la línea de ataque, a la que suele surtir con precisos pases al hueco.
Con cuatro tantos, Nahikari es la segunda máxima goleadora de Costa Rica 2014. El último de ellos llegó precedido, precisamente, de un pase perfecto entre líneas de Domínguez. García no falló ante la meta rival y su diana dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria de cuartos de final.
“Siempre nos hemos llevado muy bien fuera del campo, y ahora hemos trasladado esa conexión a la cancha”, aseguró Nahikari en su entrevista a FIFA.com. Ambas jugadoras disfrutaron de la charla y de las espectaculares vistas que ofrece el hotel de la expedición española sobre el Golfo Papagayo. Ahora, sin embargo, toca concentrarse para el duelo de semifinales del próximo lunes en Liberia, al norte del país. “Es posible que esa conexión haya mejorado considerablemente en los últimos tiempos, pero lo cierto es que el equipo al completo se entiende de maravilla en el campo. Influyen también todo lo que hemos trabajado y la cantidad de tiempo que pasamos juntas”.
“Nai me ha ayudado mucho desde el primer día que vine a jugar con la selección”, se apresura a añadir Laura. “Nos entendemos muy bien, y yo diría que cada vez vamos a mejor”.
García, nacida y criada en el País Vasco, asiste con regularidad a los partidos de la Real Sociedad, de la primera división española. Procede de una familia de deportistas, un hecho que quizá explique su intuición para moverse dentro del terreno de juego, y asegura que su ídolo es Vero Boquete, capitana del combinado absoluto español.
Domínguez, por su parte, es natural de Madrid y seguidora del Real Madrid, aunque añade con una sonrisa: “Por desgracia, mi padre es hincha del Atlético”.
Promocionar el fútbol femenino
García, una de las capitanas, es una de las líderes del vestuario, y a menudo muestra una madurez impropia de su edad cuando se trata de mantener la cohesión del equipo. Además, disfruta haciendo que el fútbol femenino vaya ganando adeptos: “Lo que más me gusta es tener la oportunidad de mostrar a la gente que el fútbol femenino también es muy atractivo, que cada vez tiene más presencia y que no tiene nada que envidiarle al de hombres”.
García, una de las capitanas, es una de las líderes del vestuario, y a menudo muestra una madurez impropia de su edad cuando se trata de mantener la cohesión del equipo. Además, disfruta haciendo que el fútbol femenino vaya ganando adeptos: “Lo que más me gusta es tener la oportunidad de mostrar a la gente que el fútbol femenino también es muy atractivo, que cada vez tiene más presencia y que no tiene nada que envidiarle al de hombres”.
“(Jugar este torneo) implica una gran responsabilidad, no sólo por llevar esta camiseta, sino por representar el fútbol femenino en su totalidad”, añadió la elocuente Nahikari García. “Estamos ante una oportunidad de oro para demostrar que España tiene un equipo que quiere jugar bien al fútbol”.
Cuando le pedimos que recuerde aquel gol de Iniesta en Sudáfrica 2010, Domínguez nos cuenta: “En aquel momento ni se me pasaba por la cabeza que algún día yo tendría ocasión de hacer algo similar. Pero creo que todo el mundo sueña con ser el jugador que marca el gol decisivo en una final”. Las jugadoras españolas no quieren mirar más allá de su encuentro con las transalpinas. Quién sabe, quizá su momento mágico esté a punto de llegar.
fuente: fifa.com